Cómo tomar decisiones acertadas
Usando la cabeza y siguiendo la estrategia que te proponemos, sabrás siempre cómo tomar decisiones acertadas.
-
Sigue tu instinto
Para tomar decisiones acertadas, lo primero que tienes que hacer es seguir tu instinto. Un estudio reveló que a la hora de tomar decisiones simples (como qué cereales comprar) es mejor usar la razón. Pero cuando nos enfrentamos a decisiones importantes (como el trabajo) resulta más rentable escuchar a tu instinto. Esto no quiere decir que te compres un coche cuando te dé el capricho. Pon en una balanza los puntos a favor y los puntos en contra y, si aún no llegas a una conclusión, deja que tu intuición sea quien juzgue.
-
Aléjate de las copas
El alcohol facilita mucho la hora de tomar decisiones… ¡otra cosa es el porcentaje de aciertos de éstas! Una bebida te puede ayudar a relajarte cuando te estás comiendo el coco por un tema, pero más copas sólo nublan tu capacidad de juzgar.
-
Duerme para tomar decisiones
Según los expertos dormir te ayuda a reflexionar y llegar a conclusiones. Si te lleva demasiado tiempo tomar decisiones puede ser que no estés cómoda con ninguna de las opciones y debas buscar una alternativa nueva.
-
No tomar decisiones en caliente
Si te cortas el pelo en pleno enfado, puedes acabar como Javier Bardem en No es país para viejos. El motivo es que nos solemos precipitar a tomar decisiones cuando estamos nerviosos o enfadados. Las investigaciones han demostrado que la ansiedad no sólo dificulta la toma de decisiones sino que suele conducir al error. Además, el estrés tarda un par de días en desaparecer, así que una vez resuelta la cuestión deja que pase un tiempo antes de actuar.
-
Habla para tomar decisiones
Consultar a tu madre o amigos íntimos es una buena decisión, porque van a querer lo mejor para ti. Escuchar distintos puntos de vista (aunque no estés de acuerdo con ellos) te ayudará a valorar las opciones y a tomar decisiones más acertadas.
-
¡Pero no hables con todo el mundo!
Buscar las opiniones de las personas más cercanas a ti antes de tomar decisiones está bien, pero no metas a tu peluquero o a tu profesor de yoga en la ecuación. Tener demasiados puntos de vista te puede confundir; además, la gente que no te conoce bien puede aconsejarte mal.
-
Considera las consecuencias a largo plazo
Algunas decisiones parecen correctas a corto plazo pero pueden ser desastrosas con el paso del tiempo. Por ejemplo, tomar el sol sin protección o practicar sexo sin condón quizás parezca lo mejor en el momento, pero puede darte un disgusto en el futuro. Piensa en los posibles efectos antes de tomar decisiones.
-
No dejes al azar tomar tus decisiones
Puede ser bastante peligroso tomar decisiones de gran importancia para tu vida dejándote aconsejar por el horóscopo o cosas similares. Mientras es divertido tomar decisiones tontas (como qué vestido llevar para una cita) las importantes no deben dejarse en manos de estrellas y planetas.
-
Evita a los que te fuerzan a tomar decisiones
Muchas veces hay gente que te guía por cierto camino pensando en sus propios beneficios: padres que quieren que vayas a una determinada universidad, vendedores que intentan convencerte de que no hay nada más importante en la vida que comprar esos zapatos que no te puedes permitir... Intenta apartar a esta gente a la hora de tomar decisiones. Otra buena opción es fingir que es un amigo quien debe elegir y no tú, de esta forma usarás más la lógica.
-
El pasado no sirve siempre para predecir el futuro
No puedes fiarte de la experiencia. Cada situación es nueva, única y debe afrontarse como tal. Tomar una decisión que podría haber sido perfecta hace cinco años (como vender una casa) podría buscarte la ruina hoy.